José Melero

Obra narrativa de José Melero en Ediciones Irreverentes

3.9.06

Entrevista Diario 16. Conflictividad y violencia en los centros escolares. 05.93




PEPA VILLALOBOS
MALAGA

No hace mucho tiempo, los profesores detentaban claramente
la autoridad a través de varios medios de poder. De aquellos castigos ya no queda nada por- que se han cambiado las tomas. Actualmente el profesor no tiene más autoridad que la que le proporciona su personalidad. Para algunos se trata de una institución en crisis. Lo cierto es que cada día son más los casos de violencia y agresividad de los alumnos al profesorado.
El psicólogo malagueño, José Melero, ha realizado un estudio inédito sobre la conflictividad en los centros de enseñanza media de la capital que era; publicado por la editorial Siglo XXI y en el que recoge que casi el 60% de los profesores de Málaga han recibido algún tipo de amenaza o agresión por parte del alumnado.
El objetivo de esta singular investigación fue «clarificar la magnitud real de un problema sobre el que apenas existen datos fiables, ya que sólo se mencionan en los medios de comunicación cuando son espectaculares o van a suscitar reacciones de curiosidad y de interés morboso», manifestó Melero a Diario 16 Málaga.
José Melero visitó todos los institutos públicos de bachillerato y F.P. de la capital donde entrevistó a los profesores implicados. Al principio pusieron obstáculos y no se atrevieron a contarlo todo. En la segunda fase del proyecto se envió un cuestionario cerrado a una muestra de 200, elegidos entre el tota) de la población docente de F.P y BUP en Málaga. «En esta ocasión -continua Melero- la respuesta fue satisfactoria».
El enfrentamiento verbal y físico entre alumnos y profeso- res, víctimas de la agresión, según este psicólogo malagueño, es consecuencia de la propia institución. «La violencia es generada por las características de la institución que genera, por su autoritarismo, un ambiente de tensión y rebelión reprimido que en determinadas circunstancias encuentran su única expresión en una reacción violenta».
Factores de riesgo
Para que un alumno llegue a esta situación tienen que existir una serie de «factores de riesgo» que propician la aparición de la conflictividad en un centro escolar. El sexo y las características familiares y académicas de los alumnos son los. principales factores de riesgo, según se desprende del análisis realizado bajo el auspicio del departamento de Teoría e Historia de 1a Educación, de la facultad de Pedagogia de Málaga.
Melero partió de una hipótesis en la que relacionaba la violencia con el área urbana, y estudió el contexto socioeconómico de la zona donde estaban ubicados los centros de enseñanza. El resultado fue el esperado. «Todos los institutos en los que se detectaron conflictos estaban localizados en zonas de la periferia de la ciudad, enclavados lógicamente en barrios proletarios y desfavorecidos en todos los sentidos».
También del joven agresivo se pudo sacar un patrón: un padre con una profesión «de bajo estatus laboral>. La madre, ama de casa, y el alumno siempre es miembro de familias con tres o más hijos. Sin embargo, no fue posible establecer un modelo común de las victimas, ya que, según José Melero, «entre los afectados hay profesores de ambos sexos, con distintas edades y diferentes años de experiencia docente».
Intentar camb1ar la situación social de los alumnos, principal factor provocador, sería utópico y de poco rigor científico porque se alejaría de la realidad. Melero propone como única solución viable la formación del profesorado para que aprenda a reaccionar ante situaciones conflictivas.
El ICE de la Universidad de Málaga elabora programas para experimentar con profesores en situaciones hipotéticas desde hace cinco años. También se realizan cursos de inoculación de estrés y varios programas de formación pedagógica. «Además, un poco de prácticas en las facultades no vendría nada mal. "


Pájaros muerlos y presevativos usados.
«Un grupo de alumnos de F.P. destornillaron la silla de una profesora a punto de jubilarse. Al sentarse cayó y tuvo que ingresar en el hospital. Desde ese momento no volvió a dar clase y se jubiló directamente». Esta es una de las múltiples anécdotas que recogió Melero tras su estudio. Pájaros muertos y retorcidos, preservativos usados y otros utensilios, no escolares precisamente, son algunos de los materiales que utilizan estos jóvenes para asustar a sus víctimas. Más del 95% de los profesores de enseñanza media en Málaga se sienten desprotegidos por la legislación ya que «si cometen alguna falta son sancionados, sin embargo al alumno se le puede echar quince días pero luego vuelve». Durante el estudio Melero no descubrió ningún incidente contrario en el que el profesor fuese el agresor, «quizás -añade- sea por la rigidez de la ley». Cada vez es mayor el personal docente que sufre enfermedades laborales y pide baja antes de vacaciones. El teléfono de la esperanza para problemas de! profesorado es una prueba.



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